Es una fibra natural que se caracteriza por ser muy resistente, tiene la capacidad de autorregular la temperatura corporal y se ha usado a lo largo de la historia para calentarse cuando hace frío y ofrecer un frescor en los climas más calurosos.
La lana absorbe la humedad y generar una ventilación constante en el núcleo, se ha demostrado según distintos estudios que la lana mejora la calidad del sueño gracias a su capacidad para reducir la frecuencia cardiaca de las personas.